Esta escultura se inauguró en el año 1991, en marzo, por el alcalde de la ciudad, D. Francisco Vazquez Vazquez, en honor a las persona invidentes de todo el mundo. Fue realizada en bronce por el escultor Eduardo Rodriguez Osorio y representa a un hombre ciego que llevaba de lazarillo un perro. Este monumento se encuentra en la Plaza de Cuatro Caminos, lugar que ofrece multitud de posibilidades, desde poder sentarse en los bancos a contemplar el paisaje de la ciudad o tomar un helado, a fijarse en las distintas especies arbóreas que posee. Para los mas pequeños, posee un parque infantil con diversos aparatos como columpios, redes, caballitos en los que balancearse etc.
Desde mi punto de vista, me parece una gran idea la realización de esta escultura. Es una forma de ponerse en la piel de aquellas personas que, por desgracias de la vida, poseen
esta deficiencia que le complica el día a día.
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